Por Antonio Manuel Fernández-Fígares Morales |
ARIES |
Naciste, después de la larga oscuridad, en la que eras una promesa, un delirio, una espera; pero por fin estas aquí y por ello te doy gracias.
Eres para mi como un trueno de luz, como un relámpago de sonidos. Irradiando energía y fuerza, vas por la vida cabalgando en tu noble rayo de seguridad en ti mismo. Inspirando confianza, respirando anhelos, buscando aquel sonido, un eco de oro en una piedra, que se transforma en luz. Tu redimirás al ego, convirtiéndolo en servicio de causas y horizontes, donde no transcurre el tiempo.
Tu vives en el ahora, que estiras hasta hacerlo eterno. Rayo blanco, sinceras voces alerta, convencido de tu verdad, danzas al ritmo de un soplido, saltando entre susurros, buscando germinar. Aunque te rodee el fuego, tu ves tierra, aunque te maltrate el aire, tu ves meta.
En un lugar sagrado se refugia tu corazón, que busca utilizar tu fuerza en algo que merezca el llanto, el crujir de dientes, el peso.
Admirando el triunfo, no desprecias a los débiles, que son para ti una ocasión para compartir y partir, todo aquello que quiso darte el verbo.
Quisiera que en mi no encontrarás una oposición a tu esfuerzo, más bien un lugar en que apoyarte, donde posar tu cabeza.
Y cuando me ames no pienses que es otro ser al que quieres, siente que sales de ti y por fin te encuentras.
Te espero entre las nubes, saltando como tu, entre olas de energía. Llevas en tu pecho un mensaje, escrito con oro y plata, que asegura que del océano surgirá un destello, que sea mar y gota, grano de arena y desierto, luz de Luna, que busca para sí el amanecer completo, para ser al medio día espejo de la alegría.
Cuando busque a alguien, que encuentre un sentido a la aurora, no te encontraré llorando, por lo que pudo y no quiso, te veré con el pie en alto dispuesto para el primer paso, para el primer beso, para el primer concierto de arpas de ola y viento.
Tu mirada subirá tan alto, serán tan grandes tus sueños, verán al día cantando con ardor y con valor; mirando a la muerte a los ojos, hasta que su sueño penetres y veas una sonrisa y un lecho.
No busco nutrirme de ti, quiero darte las riendas de mi carroza de estrellas para que la guíes con mano firme, hacia lo de veras. Quiero encontrarme contigo, saber que fue en buena hora y si no, confiar en que aunque tengas razón, sepas pedir perdón.
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TAURO |
Quiero contarte lo que pasó y lo que no pasó, para que decidas si quieres seguir dándome calor.
¿Como soplarle nuevas canciones al viento, como esperar lo imposible, como estar seguro de que no cambiarás de opinión?. No te he visto hacerlo muchas veces, pero creo que sabrás ser flexible como las olas, cuando ya sé y cuando supe, cuando espero y cuando te quiero.
Siento tu solidez, tu firmeza, tu fiabilidad, te oigo cálida, serena ,suavemente. Como tú, yo se esperar milagros, pero te he visto ser a la vez tenaz roca y dulce boca, y ya no he dudado más de mi fe.
Ahora quiero mostrarte todos los caminos que me llevan hacia ti. Tu entrega serena, tu constancia, tu vehemencia en el amor, tu pasión desatada. Te veo crear realidades con hilos de sueño, edificios con imágenes, creo en ti.
Tu fidelidad en para mi un norte, un lugar en el que posar mis pensamientos cansados. Te veo progresar en cada paso, aprendiendo de tus errores, disfrutando de tus éxitos, sabes sacarle a la vida sus joyas más preciosas. Ahora veo rugientes rubíes en tus manos, distantes diamantes, cercanas perlas, y sé que conoces lo importante: cuando sonreír, respirar profundo, andar lento, querer sincero, e inspirar paz.
Ser para ti es lo que pretendo, saber que no vivo por que sí. Colaborar contigo tejiendo una manta hecha de calor y sincero aprecio, que nos cobije en las noches sin Luna, cuando los suspiros sean muchos, cuando la vida se estreche y cuando tu frente se rice.
Quiero ofrecerte espuelas de plata que hagan que tus bríos se levanten, atardeceres de oro que llenen tu alma, y mis besos.
Quiero de ti tu presencia firme, tu nobleza, tu resistencia a los envites del mar, tu negativa a ser hueco.
Después de lo bueno, quiero lo mejor, me has enseñado a vivir de pie y me gusta sentarme a tu lado. Siendo tu compañía he encontrado un largo lago, un puente entre dos islas, un escudo y rica sopa de corazón pleno. Si tu quisieras oír, como sabes hacerlo, entre dos sonidos un instante, entre dos susurros un anhelo. Si tú quisieras ver, mirarías a la vez a mis dos ojos, y no te sorprendería encontrar la última pieza de tu puzzle de tiempo, y sabrías que tu búsqueda ha acabado.
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GÉMINIS |
Una tras otra tus ideas estimulan mis sueños, dan aire a mi fuego, agua a mi tierra. Hoy crees que si, mañana tal vez, ¿dónde está el futuro? Cantan los que oyen su corazón, y tu preguntas: ¿dónde esta lo maravilloso que creí ver, que casi toqué, que acarició mi mejilla en una noche de verano, cuando todo estaba dentro?. Ir detrás de la aurora es para ti un motivo de alegría, en la que buscas no saber muchas cosas que te duelen, como el paso del tiempo, la pérdida , el que sea imposible trasladar a otro el por qué de tus risas, el sabor de un te quiero, el dolor de la duda, el equilibrio perfecto.
Tu brillante luz rebota en un cristal sonoro, en el que estás también, pero de otro modo. A veces lo cuentas todo con mil palabras que son para mis oídos como el rocío para las flores, sabiendo dar a cada concepto un sabor, un color y un olor. Otras veces te sumes en un silencio de hielo en el que flotan nubes hechas de flores y pensamientos.
Buscas antes que nada un juego, que te haga ver que la vida no tiene mirada de hiena, que te haga pensar que el rigor no está multiplicado por dos, que lo maravilloso te espera detrás de la próxima estrella.
Cuando me mires, observa, párate un poco, el tiempo necesario para que me suba a tu carro de nubes. Te pido que te flexiones un poco cuando reflexiones. Que no siempre cuentes al revés. Tal vez te encuentres lejos cuando te hablo pero si sigues más y mas allá, llegarás donde empezaste y nos veremos de nuevo.
Te veo diciéndole hola a la ola, riéndote con un río que puede ser tu rival, también puede ser tu compañero, ¡depende de cuantas veces mires al cielo!.
Quiero estar contigo cuando encuentres dos amaneceres en un día, cuando bebas rayos de sol, cuando la luz y la sombra que viven en ti, se conviertan en un solo cauce, y bebas añejo vino bajo los sauces.
Se que a veces te preguntas ¿Dónde está aquello que perdí?, ¿tu ilusión candente, tu luz viva, tu esperanza color esmeralda?', y la buscas es mi, pero tal vez yo no pueda llenar todo el espacio que hay entre ti y el infinito, pero se donde la puedes hallar: Entre los dos hay una puerta de oro que custodian nuestros corazones, que te hará encontrar, aquello que anhelabas desde antes de nacer.
Déjame decirte que hacia ti me llevan tus brillantes pensamientos, tu corazón alado y tu aire que llena mi boca.
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CÁNCER |
Junto a un río he visto un rumor de olas, y no acertaba a comprender como es que estabas allí, reflejándote en todo, y poco a poco, ya no supe si era tu risa la que caía entre las piedras.
Cuando te miro a los ojos veo en ti océanos que cambian tus ricos tesoros. Tus emociones se mueven al son de arpas que vienen de lejos, y que estoy aprendiendo a escuchar.
A veces pienso que tu corazón es como un inmenso y tierno Sol que al mismo tiempo que abraza la Tierra, quiere partir hacia La Luna.
No conozco todos tus secretos, sabes que no. Hay sombras en ti que solo tu conoces su lenguaje, y me gusta respetar su silencio enaltecido, sonreír a tu locuaz mirada, saber lo que no he de decir nunca, y quisiera convertirme en un recuerdo, por que se que en el pasado moras muchas veces.
Quiero hacerme amigo de La Luna, y preguntarle por que tratas con tanto cuidado a los que el tiempo y el desaliento han castigado, como eres capaz de tenerlo casi todo previsto, y a la vez contarte las orejas por si alguna te falta.
Quiero convertirme en música por que se que la amas y que investigues en mi con tu receptividad atenta, que sigas mis sones y mis dones, y que reces placidamente conmigo. Quiero llegar al fondo de tu ser y estallar como una bomba de paz.
Pero sobre todo quiero soñar contigo, que a la vez, con una sola alma, creemos cielos color esmeralda, tierras doradas y luz, y una tenue noche en la que las estrellas vivan y canten, para desterrar los malos sueños que algunas veces te hacen pensar que te atrapa la soledad.
Vibra conmigo y siente una o dos veces, la razón por la que tu amor es intrépido y desdeñoso del peligro, y tu te ocultas detrás de lo que consideras real.
Dime si vendrás a la una o a las tres, si te veré cantando o llorando, si pondrás en mi todo tu anhelo que a veces se mira demasiado al espejo.
Esperare llenando de fe mi copa, a que los árboles te indiquen, meciéndose, cual es el torrente que te lleva a mi, y conviertas en tu orilla mis labios.
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LEO |
En donde empieza la vida para ti, es lo que quiero saber, porque si comienzas siempre en ti, no se si llegarás a mi. Y no quiero desafiarte, ni ver tu alma flameando, más bien quiero ver tu corazón dándome calor, convertido en Sol de medio día, llegando a tu cenit. Se por favor, una vez cada dos y no solo por mi, la fuente para el agua, el color para la flor, el viento para la nube y escúchame cuando me hables.
Quiero decirte que a veces me aturdes y otras me llenas de gozo. Eres para mi un latido constante, una promesa halada. Y cojo mi antorcha y me uno a tu fuego que arde tanto... hasta que levantas tu voz, y alguien te recuerda que es verdad, que necesitas, secretamente, que la admiración caiga a tus pies desmayada, y todos vitoreen tu nombre, y te vistas de victorioso laurel.
Creo que hay alguien en ti que te lo da y te lo quita todo. Y tal vez no te deja recordar las muchas batallas que has ganado. Te las quiero recordar: cuando pusiste delante la generosidad de la avaricia, cuando perseveraste sin caer en la derrota, cuando miraste más por los demás que por ti, iluminaste tu sombra con otra sonrisa.
Y cuando quieres jugar, buscas la alegría desesperadamente, quieres que nunca te den el alto, tomar el cielo por asalto, reírte a carcajadas y confiar en tu hada.
Me gustaría recoger tu luz, darle forma de cristal y construir con ella un castillo en el horizonte para que descanses sobre tu meta, Después me gustaría recordarte tu fuerza, con la que eres capaz de levantar al caído, tu vivacidad, con la que festejas la vida, tu sed de gloria que a veces puede saciar la palabra amable de un niño, y tu capacidad para iluminar las largas tardes de otoño.
Cuando vea que tu furia me alcanza, pensaré en los momentos en los que me has dado tanto calor y esperanza, como abriste las ventanas de mi habitación de par en par, y danzaste con mucha soltura, para hacer magia y atraer la suerte, y como una paloma blanca entró a verme.
Nunca olvidaré como miras al cielo, ¡como si fuera tuyo! y pudieras repartir trocitos a los que han perdido su canción.
Quiero llamarte antes de que amanezca, para verte brillando.
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VIRGO |
Mil luces se encienden cuando me dirijo a ti, miro a tus ojos y un nuevo brillo me eleva.
Esta es la hora en la que te veo sopesándolo todo sin pesar, analizando corazones te has convertido en un palpitar, en un pulso que quiere dar, lo mejor de si, lo que ahora tiene entre los ojos y casi nunca mira. Aquella alegría recién sacada del horno, que cruje como el pan que haces a menudo. Pan de esperanza, que inmacúla tus manos y me nutre de ti.
Como decirte que te renuevas en cada instante, lo mides todo con ojos de lince, y que tienes una mirada felina que me hace echar raíces a tu vera. Hay en ti una procesión de estrellas que me hacen imaginar una y otra vez como sería navegar contigo en un barco hecho de risas, hacia una tierra que se te asemeje, cálida como la orilla y de pensamientos claros como un reflejo en el aire.
Siento tu pasión controlada, tu viveza, y como sabes colocar cada cosa en su sitio: el corazón en el pecho, el ardor en la mirada, una palabra...., ¡depende por que letra empiece el alba!.
Siento tu frescura de nieve en mi rostro desierto, y doy gracias a la vida, por saber que si no muero, he de verte vistiendo hojas de olivar en tus sienes, y que con un beso, te haré sentir que no eres torre de marfil, sino luz blanca que en mis manos se posa.
Entonaré tres canciones para hablarte, te llamaré por tres nombres diferentes, te buscaré tres veces en las riveras de los ríos, una vez cuando te recuerdo en el pasado, otra en el eterno presente, y otra en el inmenso futuro, para tenerte así, siempre conmigo.
Me gusta ver que te ríes de dos o tres formas diferentes, cuentas con mucho detalle cuanto haces y piensas, y que me miras a los ojos como la primera vez que nos vimos.
¡Hay tantos lugares a donde me gustaría llevarte! Quiero escenarios de vivos colores para su sonrisa, y que bailando le pares los pies al tiempo.
Añoro tu sombra, tu aliento y tu voz, porque cuando te siento cerca, mi pulso no conoce la calma, mi respiración está alerta y al mismo tiempo, me llenas de paz.
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LIBRA |
Una tras otra las olas se posan en el tiempo, y entonces aparece tu sonrisa, haciendo que suba la arena de un reloj, y que vuelva a un momento en el que todo era posible.
Quiero elevar mis súplicas a lomas alto, vivir recto y cantar, después, aceptaré que dudes de mi, no antes, porque no tendría fuerzas. Vivo sabiendo que tu mente brillante y tu rojo corazón habitan en lugares distintos, escriben otras cartas, y a veces, se mienten. Llegará un momento para el abrazo entre la torre de marfil y la sangre, en el que se encuentren todos los deseos perdidos, pero antes de que ocurra esto, yo decido creer en ti, en tu sonrisa llena de amaneceres, y en tu deseo de poder, en tu mano blanda y en tu dura premisa.
Y cuando creo en ti se me llena el corazón de azucenas, y un viento cálido y verdadero convierte mi cuerpo en brisa. Después veo que me das el mejor consejo, que sabes ver el derecho y el revés, y con que delicadeza sabes evaluar sin juzgar. Me adviertes de la necesidad de prudencia, al mismo tiempo que fomentas mi arrojo. Noto como tu suave mano coge, a veces, las riendas de mi vida, y la orienta hacia el Sol, después me las devuelve y casi no he notado que has cambiado mi destino, que has girado mi estrella entre tus dedos.
Buscas en la estética un reflejo de la ética, y me gusta oírte decir que no hay que buscar, sino encontrar.
Cuando me acerco a ti, noto mil mariposas en el estómago, y tu aroma a jazmines hace que mis pies no encuentren un lugar donde posarse.
Cuando te digo que te quiero, no pronuncio palabras, no lleno mi boca de sonidos, sino que me pongo de rodillas y dejo que celebre tu nombre aquel que es puro, y que en mi corazón mora.
Cuando me alejo de ti, no te añoro porque te llevo conmigo. Tu aliento relaja mis sienes y aleja mis malos pensamientos. Tu recuerdo lo tengo enmarcado en aire, para que este siempre en contacto con el cielo. ¡Pero no quiero vivir de tu recuerdo!, ¡quiero sentir tu calor bajo mi mano, y tu pecho respirando con anhelo las palabras que te digo, tu carne embravecida, tu mirada serena y firme como cien lagos de oro!. Y ver en tu frente una cascada de risas, y algún pesar.
Buscas en tu mente las respuestas a lo que te digo solo por pensar. Después tratas de levantarte y casi no puedes, me miras y me sonríes, te acercas y me besas, y tengo la sensación de que seria maravilloso si no vinieses desde tan lejos. A veces te he visto subida en un caballo de orgullo que me ha desconcertado un poco. No sabía que miedo te había llevado a devorar tu ternura y hacer que tu sangre hierva. Quisiera trenzar contigo las manos y suplicar en silencio para que nos lleguen tardes de sol y amigos, música y laberintos. |
ESCORPIO |
Los ocres y los rojos velan tu sueño, y yo intento entrar en tu reino de visiones que nacen y mueren, pero no siempre me dejas. Quisiera acercarme a ti sin ser una nueva sombra o un ocaso. Quiero llevar mi luz en la mano y ofrecerte pasión y compasión.
Creo que has olvidado el placer de jugar sin que este tu orgullo en juego, ni que una daga te obligue a ganar, y quiero enseñarte a reír sin huir, a mirar sin buscar, a nadar en un río de olvido que te haga ser de nuevo niño y ver como tus ojos brillan.
Compites desde lejos, desde una indiferencia febril que aúna lo bueno y lo malo. Tus secretos son reflejos, tus artes....punto y aparte. Te veo morir muchas veces consumido por un deseo diferente, alguna bruja oscura te dijo que no eres suficiente. Por eso quieres atraer a ti cielos e infiernos, rizos de niña y miradas de rapaz, truenos y sones de guitarra.
Tu corazón es un Ave Fénix que quiero abrazar suavemente, antes de que se convierta en guerrero con espuelas de vanidad y espada sagaz, forjada en los altares del tiempo con verdades de acero. Nube roja de agua sagrada que trasforma lo que moja, piedra filosofal que mira hacia adentro, lucero que no puede evitar ser cruel con la noche. ¡Encuéntrate en ti!.
Si quieres jugaremos otra vez al ajedrez, pero con justicia, esta vez déjame que cuide las piezas que has desechado, y que ya no están en el tablero, tal vez tenían algo que decirnos sobre como ejercer el poder sin perder, de cómo encontrar el camino más corto hacia el triunfo, casi sin movernos....
Quiero saber como acarician tus manos, donde llega tu aliento y cual es el lamento que habita en tu pasión. A mi me veras sin coraza ni escudo, desatando todos mis lazos, abandonándome en una rivera por la que todo fluye.
Tus ojos ven fácilmente en mi corazón, por eso me gustaría que vieras el fulgor de mil estrellas que estallan en mi pecho cuando te veo, y como siento un mar cálido meciéndose en mis venas.
Desearía, si pudiese, que tu alma se abrazase a la mía, queriendo darse, mas que buscando poseer, así seremos los mejores amantes que haya conocido el tiempo, nos disolveremos hacia lo profundo, buscando el significado de la vida, y nos elevaremos hacia lo alto para consagrarlo.
Se que sabes combatir y luchar, te presentaré un dragón de muchas cabezas de nombre Soberbia, al que puedes convencer con tu hipnótica mirada de que es un niño mal criado y mal querido, que piensa que el mundo gira solo para él.
Siempre estoy contigo, aunque no te vea, te siento, cuanto mas me entrego a ti mas libre soy.
No sientas celos del aire, porque también es tuyo, no me río con otras personas por hacerte daño, sino por expandir la felicidad que me has dado. Te pediré que cantes dos canciones a la vez. Ríete, todavía estas a tiempo. |
SAGITARIO |
Te pido que esperes, antes de salir a la carrera, porque tal vez lo que te quiero decir te hará llegar antes. Se que puedes ver en el futuro hasta la caída de las estrellas, y me gustaría que me vieras junto a ti, quitando peso a lo imposible, haciendo que casi no haya límites, y los pocos que queden, que estén ahí para acompañarnos en un paseo sincero entre la escarcha y el rocío, entre el deseo y la duda, encontrando en un te quiero, la solución al enigma de porque el mundo nace nuevo a cada instante.
Tiene que haber un lugar en el que tus bríos se templen, y yo pueda acompañarte en tu brillante centella, hacia un horizonte amplio en el que el aire no duela, y tu verdad pronunciada, en un susurro o en guirnalda de carcajadas, brote limpia y fresca como una magnolia besada.
Ahora quieres cantar y bailar conmigo: cien coros y un pajarito, mañana lo beberemos todo, en lo alto de un monte, y saciaremos la sed, nos quedará en la cara una sonrisa perpleja que hará pensar a muchos, que el oro del becerro no vale lo que cuesta.
De ti, quiero tu sonrisa de triunfo, saciada de esperas, imperiosa y generosa, que abre puertas y ventanas, que luce como una promesa, que abandona lo que tuvo, que aunque lo que tiene no quiera, quiere lo que quiera. Tu canción de cuna es la Euforia, bendita sea, celebrémoslo todo, apostemos al treinta y tres, tu te reirás después si ganas, si no acertaste seré yo quien ría¡ así no hay forma de perder!.
Para descansar de las emociones abiertas, pediremos algo aliñado con Prudencia, y sabremos que sabe a tata sabia que sabía que sabía, y ella alejará nuestro miedo, con consejos sobre como proceder y hacer, sobre lo poco y lo mucho, sobre que lo primero es antes. Le preguntaremos por el miedo, y nos dirá que es una amenaza suicida, que en el mejor de los casos convierte nuestro cuerpo en helada sangre, para recordarnos muy serio que no nos juguemos la cara, por que otra nueva nos iba a salir muy cara. O que dejemos la ruleta rusa, que ya no se usa. Pero a veces este miedo no quiere morir, y crea mil razones para no vivir. Saquemos de nuevo la comba, todavía no estoy cansado de reír.
Buscas cosas lejanas, que te recuerden lo que has sido. Como, por la mañana, te levantabas con el pecho de maíz y mirabas a cada lado, por si te habías perdido algo.
Se que te cuesta la rectitud, la fidelidad y la paciencia, me gustaría decirte que estas cualidades están en ti, y puedes usarlas cuando quieras. Espero que ahora quieras, a mi.
Voy a tejer una manta con hilos de seda, que nos sirva para escondernos y para volar lejos, para que no arrugues el entrecejo.
Quiero verte regalando flores en un desierto lleno de gente. Quiero verte desnudarte ¡de repente!.
Una cosa no me ha quedado clara la última vez que hablamos, te dije que había visto amanecer así seis o siete veces, ¿cómo es que me contestaste, ¡yo, una o ninguna!?. ¡Antes morir que perder la vida! |
CAPRICORNIO |
He visto una huella junto a ti, y no sabía si era tuya, si la habías hecho al pasar o a tu pesar.
Quiero decirte muchas cosas, y espero que tengas tiempo para oírlas. Si entran en ti y echan raíces se convertirán en mágicas plantas de frutos maravillosos, que harán que ese tiempo que tanto valoras, se transforme en un océano inmenso, con miles de playas, cientos de sombras, decenas de brisas, tu y yo.
Encuentro en ti una suspicacia sabia, una prudencia que no para, un hacer para hoy y para mañana, que tranquiliza mis venas, sosiega mi pecho y me hace pensar en una montaña de chocolate, que hoy no quiero probar.
Luego te veo reflexionando y entendiendo, el por que de un sonido de violín, por qué un agujero vacío puede estar tan lleno, por qué el arco iris esta en todas partes. Veo en ti una piedra que rueda con sentido por un valle, nieve que vuelve hacia la nube, y una aspiración sin dueño.
Si te dirigieras hacia mi, vería un prodigio, un refugio y un destino. Guadañas sin filo, espadas de caramelo y batallas de flores, ventanas desde lo alto, y un sin fin de luciérnagas haciendo sitio al Sol.
No se como contarte que veo en tu cintura un lugar por el quiero dar mil y una vueltas, hacerte un cinturón de estrellas, y vivir cara a ellas.
Te veo administrar lo que das y lo que recibes con mano blanda y justicia de miel. A veces mides mucho lo que das, pero también sabes lo que recibes, y no hechas en saco roto las palabras amables, los apoyos, las buenas intenciones, ni la lealtad.
Una estrella de mar guía tu destino, y me gustaría que fuera hacia mi. Se que he de respetar tu reserva, tu reflexión y tu silencio, tu ordenado principio y tu eterno fin. Quiero apoyarte en tu ambición fría, hacia un logro soleado y cálido, que no sea solo una meta, ni una posición de triunfo, sino que se convierta en un fluir hacia el misterio rodeado de humo de hogar, de guiños de niños, de deseo satisfecho, de paz.
A veces te empeñas en saber antes de ver, o crees que estas dando la vuelta, pero yo creo que la vida siempre es nueva, y ¡hay tanto por aprender!. También creo que saber esta lleno de sabor, y que el prejuicio es una muralla para el que no halla. Pero tu ya lo sabes, naciste con cien años, y eres para mi como un roble noble que hace tiempo que no espera crecer más, pero que sin embargo, crece por que cree, y espera ver el mar.
Me encantaría que me contases, las mejores cosas que hayas vivido, tus triunfos merecidos, y aquellos que te regalo la vida. Quiero celebrarlos contigo, en un lugar siempre abierto, que huela a escarcha de fresa, a cama limpia y a tu mirada. Quiero meter tus malos recuerdos en una pecera de plata, llenarla de peces de colores y esperar hasta mañana.
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ACUARIO |
Cien cigüeñas de agua cabalgan hacia el horizonte de aquí al lado, me has dicho esta mañana tan temprano que no supe que contestarte ni que preguntar.
Quisiera que supieses, que quiero ser tu camarada, tu solaz y tu viento. Me gusta ver como haces de la amistad un amor sin mas interés que nutrirse de si mismo, sin mas designio que el respeto, y sin mas ley que la comprensión y el compartir.
Quiero servir en tus causas, unas perdidas y otras ganadas, pero siempre luchadas con ahínco, por ti y por los demás, por esto te quiero mas. Sabes ponerte no solo en el lugar del otro, sino calzarte sus zapatos, ponerte su sombrero, y entender de verdad, su mente y su corazón, por eso tanto te quiero.
Se que buscas la verdad, la ida y la vuelta, y no te paras en lo que parece o en lo que perece, sino que abres tu mente a más, hacia lo profundo y hacia lo ancho, hasta que sabes lo que comprendes, y no te lo quedas solo para ti, lo ofreces generosamente, como el Sol.
De tu mirada salen extrañas luces que me invitan a soñar, con un futuro posible, lleno de inventos, en el que llueven notas musicales de colores, hay hogueras de sabiduría, en las que se conocen todas las cosas buenas y en los parques, niños telépatas juegan al ajedrez.
Tu originalidad y tu sentido del humor hacen que mi cabeza de vueltas. Me maravilla, como observas las cosas desde ángulos tan diferentes que siempre me aportan algo. Quiero corresponderte dándote pasión, ternura y un corazón lleno de promesas. Se que a ti te mueven otros vientos, que no es tu música el tintineo de las monedas, ni buscas en la apariencia nada parecido a la ciencia.
A veces creo que lo que te impulsa a revelarte es muy parecido a lo que te hace ser. Espero que no confundas la justa reacción ante la injusticia, el despotismo y la arbitrariedad, con la oposición sistemática. Te costará mucho ser río que fluye hacia arriba.
Cuando quieras ser original, que se que te encanta, vuelve hacia el origen, en el encontrarás el punto de partida y la meta. Piensa en Uno, mejor que en dos.
Quiero nadar contigo en un estanque dorado, lleno de peces de conocimiento, cada uno nos cantará una canción diferente que nos de la pista de ese misterio, que tanto buscamos, que esta mas cerca de nosotros que nuestra respiración. Llamaré al pez del amor para que me diga como he de tratarte para que tu sonrisa se mantenga, tu entusiasmo brille y una inmensa serenidad nos alcance. |
PISCIS |
Te he visto navegando en un sueño dentro de otro sueño. Unas veces te veía como vela, otras como barco y otras como Mar.
Quiero decirte que he estado esperando mucho tiempo el hallarte, y ahora que te tengo sigo buscándote. En muchas ocasiones te encuentro viviendo en una atenta receptividad, que oye, y que acepta lo que la vida le ofrece, otras creas una pasividad y un vacío, que hace que todo el Universo quiera llenarlo, y muchas cosas fluyen hacia ti.
Adoro tu suavidad, tu dulzura y tu fe, tu abnegación y ganas de servir. Veo cadenas de oro que te unen a todas las veces en que tu compasión te ha hecho entregar tu corazón. Como de tu boca han salido palabras de consuelo que sabían a canela, como has puesto medallas en pechos descubiertos, como has hecho trajes de luces para guerreros que habían perdido su batalla.
Me sorprende tu intuición, como ves el fondo de las cosas y de las personas. Los corazones son para ti una plaza abierta y llena de Sol, y entras en ellos de puntillas, vertiendo bálsamo en las heridas, y regándolos con fe y pasión.
Me gusta que me repitas que lo importante no es lo que pase, sino como me lo tome. Quiero tomarme todo con agua de rosas, pan de esperanza y vid, y que estés a mi lado.
A veces te veo entrar en tu océano porque te llama el abismo, y se que no he de decir nada. También se que a veces sufres y te duele el mundo. No quisiera que te acostumbraras al dolor, sino que lo vieras como un visitante que termina por partir.
Me asombra como te entregas, todo tu ser esta presente y al mismo tiempo ausente, dentro y fuera de ti a un tiempo. Es como si vivieras lo que sientes o como si te trasformaras en sentimiento, lo mas parecido es la música.
Quiero que pienses en mi y me sientas, que veas mi mano en la tuya, mi mirada en la tuya, y que no huyas.
Deseo que las horas no pasen ahora, verte vivir, cantar despacio tu canción y estar un siglo contando tus pestañas.
Una estrella me ha dicho que nada nadas, y que tu boca dice la verdad aunque mientas entre dientes.
Déjame construir contigo una pirámide de besos.
Lloro cuando rezas. |